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La Escuela Particular Adventista Nº 35 se encuentra ubicada en Los Ángeles, Avenida Sor Vicenta 2710, aproximadamente a 200 metros de la entrada norte de la ciudad, esta es una amplia y moderna avenida que permite tener movilización pública a la mayor parte de los distintos barrios de la ciudad, por lo tanto, esta escuela tiene en su matrícula alumnos de todos los sectores. Para facilitar el acceso, se cuenta con una calle de servicio que favorece la circulación vehicular y ofrece mejores garantías de seguridad de alumnos y apoderados.

Es una escuela Confesional perteneciente a la Corporación Iglesia Adventista del 7º día, que se inscribe en la categoría particular subvencionada con financiamiento compartido. Trabajaba en una sola jornada, incorporándose al plan de Jornada Escolar Completa el año 2011.

Fue reconocida oficialmente por el Estado en el año 1952 bajo el Decreto Cooperador Nº 8496.

A partir del año 2010, y por el Terremoto del 27 de febrero el cual causó daños en el anterior edificio, fue autorizado su funcionamiento en su actual ubicación, anteriormente descrita, El edificio es de material mixto (hormigón armado, fierro y madera), es de una sola planta, con una superficie construida de 1.393 m².

Se cuenta con una red de apoyo integrada por la Iglesia Adventista, la Clínica Adventista, Centro de Padres y Apoderados.

El entorno del establecimiento está habitado por una gran cantidad de hogares, puesto que se trata de un barrio residencial con una alta plusvalía, la mayoría de los matrimonios son jóvenes o de edad mediana, lo que garantiza una población escolar numerosa por varios años.

La matrícula total es de aproximadamente 440 alumnos y esta se ha mantenido a pesar del traslado de dirección. El 98 % de ellos vive en el sector urbano y solo el 2% proceden de sectores rurales.

La fundación de nuestra Escuela se remonta a comienzos de la década de los años 40, específicamente en el año 1941, cuando en una pequeña sala de calle Almagro, en la casa de la familia Vhymeister Nickelson, este colegio abrió sus puertas por primera vez a alumnos para sembrar en las mentes y los espíritus de ellos la semilla del saber y prepararlos para la vida terrenal y celestial.

Su primera profesora, pionera en esta magna labor y que marcó un hito de la presencia adventista en nuestra ciudad fue la señorita Brunilda Vhymeister Nickelson, quien llena de ilusiones y de sueños enseño a sus alumnos sus primeras letras.

Esta escuela funcionó en aquel lugar aproximadamente por dos años. A partir del año 1943 hubo un receso en su funcionamiento reiniciándose éste en el año 1952, en el mismo lugar de calle Almagro. Este mismo año recibe el reconocimiento de oficial del Estado que le reconoce como Establecimiento colaborador de la función educativa bajo el Decreto Oficial Nº 2990 del 13 de Mayo de 1953. Paralelamente se construía el colegio en calle Mendoza 156.

La nueva construcción tenía dos salas grandes divididas por una puerta plegable, que todos los días viernes se habría para celebrar las reuniones de la iglesia el día sábado cumpliendo una doble función de Colegio y Templo.

En el año 1998 se ganó el primer proyecto de mejoramiento educativo P.M.E llamado “La Cascada” y en el año 2001 se ganó el segundo proyecto llamado “Voces de niños en Acción”, estos han permitido implementar una radio Escolar, computadoras que están conectadas a la red Enlaces, fotocopiadora, televisores, radios, etc.

A través del tiempo nuestros alumnos se han destacado también en los éxitos deportivos, alcanzando lugares a nivel nacional en distintas categorías.

Han transcurrido muchos años de ardua labor, con la entrega de una educación cristiana a nuestra comunidad. El sostenedor, a través de su representante legal, declara:

Que, el establecimiento es confesional, por lo tanto, en sus actividades educacionales procederá de acuerdo con los principios de índole cristianos y ético- morales que son la razón de su existencia y consecuencia. El personal contratado y quien trabaje en el establecimiento, debe respetar y asumir en el desarrollo de su labor, los principios y normas de la Iglesia Adventista. Además, todo el personal asume sus obligaciones con los legítimos derechos y deberes, a fin de proceder en el desempeño de sus propias funciones de acuerdo con los principios y normas de la unidad educativa.
Que, asume la responsabilidad del normal funcionamiento del Colegio y el fiel cumplimiento de los fines educacionales propuestos ante las autoridades educacionales y de Padres y Apoderados.
Nuestro régimen es un sistema social abierto, cuyos elementos y recursos materiales, financieros, tecnológicos y humanos interactúan armónicamente para concretar el proyecto educativo que como entidad sustentamos.

 

Como colegio confesional, asumimos que nuestra responsabilidad y compromiso es propio al que asume la Iglesia Adventista del Séptimo Día: proporcionar una amplia formación educacional y espiritual a sus niños, adolescentes y jóvenes dentro del contexto de una visión cristiana mundial. Como institución abierta a la comunidad extendemos esta oportunidad a otros niños, jóvenes y sus familias y les invitamos a que compartan nuestras ideas, principios y valores; de la misma forma a mantener nuestro espíritu de servicio, amor por el esfuerzo y el trabajo y la excelencia académica y formativa en todas las actividades que realizamos.